Templanza para Tiempos de Crisis
SARA PÉREZ FERNÁNDEZ
“Quien quiera comida de Navidad tendrá que costeársela”. Así de contundente se ha mostrado Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. Es sólo una de las medidas de austeridad con las que la Junta pretende Paliar la crisis.
El Ayuntamiento de Logroño, y dentro de su propio plan de austeridad, ha decidido suspender la tradicional comida de hermandad que celebraba la corporación cada diciembre con motivo de la celebración del día de la Virgen de la Esperanza.
Tampoco hubo comida oficial para los alcaldes y concejales de Zamora en el día de su provincia. La celebración quedó reducida a un acto institucional.
Son sólo tres ejemplos pero hay – y habrá – muchos más. En tiempos de crisis hay que priorizar, y prescindir de gastos accesorios. Y más aún cuando hablamos del dinero de todos. Las comidas institucionales son consideradas por muchos un derroche de dinero público, aunque en la mayoría de los casos estén avaladas por la tradición. ¿Qué es prescindible y qué no lo es? ¿Debería extenderse esta práctica a todos los organismos públicos?
“Quien quiera comida de Navidad tendrá que costeársela”. Así de contundente se ha mostrado Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. Es sólo una de las medidas de austeridad con las que la Junta pretende Paliar la crisis.
El Ayuntamiento de Logroño, y dentro de su propio plan de austeridad, ha decidido suspender la tradicional comida de hermandad que celebraba la corporación cada diciembre con motivo de la celebración del día de la Virgen de la Esperanza.
Tampoco hubo comida oficial para los alcaldes y concejales de Zamora en el día de su provincia. La celebración quedó reducida a un acto institucional.
Son sólo tres ejemplos pero hay – y habrá – muchos más. En tiempos de crisis hay que priorizar, y prescindir de gastos accesorios. Y más aún cuando hablamos del dinero de todos. Las comidas institucionales son consideradas por muchos un derroche de dinero público, aunque en la mayoría de los casos estén avaladas por la tradición. ¿Qué es prescindible y qué no lo es? ¿Debería extenderse esta práctica a todos los organismos públicos?
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